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Fue en 1992 que después de múltiples deliberaciones y debates públicos, los ciudadanos de Suiza votaron en referéndum, con un 64% a favor, la aprobación de uno de los macroproyectos más ambiciosos de la historia, un túnel que cruza los Alpes y que conecta la parte norte de Italia con la región suroriental de Holanda, con accesos claro, hacia algunas ciudades suizas.
En realidad se trata de un sistema de tres túneles, los más largos del mundo, los cuales, finalmente, después de casi 24 años, han visto el primer recorrido completo de tren rápido en su interior, 57 kilómetros bajo la superficie a velocidades que llegan hasta los 250 kilómetros por hora, en lo que es una histórica victoria de la ingeniería moderna.
Tan sólo para perforar los túneles se requirieron alrededor de $12,300 millones de dólares; fue el 15 de octubre de 2010 cuando terminaron las excavaciones y desde esa fecha se han venido realizando los trabajos de adaptación de las vías y todos los mecanismos eléctricos, hidráulicos y de emergencia, para el correcto funcionamiento del sistema, uno de los más avanzados en su tipo.
En total fueron $23,186 millones de dólares aproximadamente lo que costó el proyecto, en el cual participaron más de 2,600 trabajadores provenientes de 15 países distintos, en un megaproyecto que se pagó en su mayor parte con impuestos; 25% del petróleo, 65% de vehículos pesados y el 10% restante del impuesto al valor agregado.
Atrás quedó el récord del túnel de Seikan en Japón de 53.9 kilómetros; y aunque decenas de políticos y figuras suizas acudieron al primer recorrido, en realidad será hasta el 11 de diciembre que abra de forma definitiva al público; no obstante que tras el éxito del primer traslado, sólo quedará trabajar en los detalles para garantizar tanto la seguridad de los viajeros, como la sustentabilidad del entorno; se están creando dispositivos de purificación y enfriamiento de los ríos que descienden de las zonas alpinas, además de traslados y nuevas adaptaciones para la vida silvestre.
En dos de los túneles estarán circulando entre 200 y 300 trenes al día, mientras que un tercero permanecerá sólo como alternativa peatonal en caso de emergencia; cada 350 metros hay galerías transversales que permiten el paso entre un túnel y otro.
Además de ser el más largo, es también el más profundo; no obstante el beneficio ecológico que tendrá será inmenso, ahorrando anualmente miles de toneladas de CO2, que se estarán ahorrando los viajeros que además podrán llegar más rápido a sus destinos.
